Maradona falleció limpio, pero con el cuerpo hecho polvo

La muerte de Maradona a los 60 años fue una tragedia para el mundo del fútbol. Pero a nivel humano fue todavía una mayor tragedia a la vista de los resultados que se han publicado después de que le hicieran la autopsia al legendario futbolista. Se confirma que en su cuerpo no había rastro de drogas y ni siquiera de alcohol, pero se confirmó que los cuidados médicos que había estado recibiendo hasta ese momento habían sido de muy baja calidad. Tal y como ha dicho el médico que ha hecho la autopsia, el cual prefiere mantenerse anónimo, «su cuerpo estaba más allá del límite».

El análisis realizado después del fallecimiento confirma que Maradona tenía en un estado pésimo de salud tres órganos que son fundamentales para la vida: el corazón, los riñones y el hígado. No se detectó ni gota de alcohol ni drogas en el cuerpo, lo que significa que en los últimos días no había consumido nada. Posiblemente, por los comentarios de personas cercanas, tampoco lo había hecho en los últimos tiempos.

Dice la autopsia que el cuerpo del ex-jugador de fútbol fallaba de una manera dramática. En el momento de la muerte estaba sufriendo necrosis tubular de nivel agudo, problemas crónicos renales, cirrosis hepática, fibrosis subendocárdica, miocardiofibrosis, insuficiencia cardíaca, isquemia aguda y daños pulmonares.

Es posible que, llegado a ese punto, hubieran pocas posibilidades de llegar a salvar al famoso futbolista que, en el pasado, hiciera que el mundo entero se emocionase con su forma de jugar. Por lo que se comenta, al jugador le estaban dando algunas medicinas, psicofármacos para ser más exactos, pero sin tener en cuenta que algunos de ellos estaban generando problemas en su corazón.

Ahora se busca saber quién tuvo la culpa y qué podría haber ocurrido en el caso de que Maradona hubiera recibido una buena atención médica.