Facebook en medio de la polémica por el apagón social

El apagón que sufrieron Facebook, Instagram y WhatsApp recientemente ha generado una gran oleada de polémica, así como muchas dudas y conspiraciones. ¿Qué ocurrió en realidad para que se cortase la conexión de estos servicios sociales de popularidad en el mundo entero? Ese es el misterio que se ha planteado y sobre el cual no se da una explicación totalmente convincente.

Hay distintas teorías. Una de las posibilidades es que están moviendo algunos de los principales especialistas en seguridad e Internet es que alguien en Facebook cometió errores graves en cuanto a la gestión de los servidores y páginas de la empresa. Se podrían haber borrado las direcciones DNS y haber empujado a Facebook fuera de Internet.

También se comenta que el error sería mayor y que se eliminó algún tipo de estructura, como un pilar maestro, del funcionamiento de Facebook. Eso habría explicado por qué ocurrieron cosas tan variadas e inconexas, como que las tarjetas de empleado de Facebook dejasen de funcionar, que sus servicios no estuvieran disponibles o que el dominio de Facebook apareciera online disponible para su compra.

Por otra parte, hay algunos hackers que atribuyen todo lo ocurrido a Anonymous, grupo que podría haber tenido la responsabilidad de la caída masiva del negocio de Facebook. De todas formas, los reconocimientos se han realizado sin pruebas definitorias, por lo que no se le da absoluta credibilidad a la teoría de un ataque hacker sobre lo ocurrido.

Además de la caída de Facebook se filtraron datos de los usuarios de esta red social, poniéndose en riesgo contraseñas y otra información. Mientras tanto, los rivales de Facebook, WhatsApp e Instagram, como Twitter y Telegram, vieron aumentado su éxito y comenzaron a recibir miles y miles de registros en cuestión de minutos. Eso dice mucho sobre la adicción que vive la sociedad con estos servicios sociales. Y lo bonito que sería, en cierta manera, que todas las apps se cayeran, al menos, durante unas semanas. El descanso sería extremo.