Los voluntarios de los 4×4 se retiran cansados de los ataques

En la lucha contra los efectos de Filomena han aparecido muchas personas dispuestas a echar una mano. Por lo general, anónimos, voluntarios que han hecho todo lo posible para usar sus herramientas a la hora de ayudar a los demás. Además de las risas y la felicidad del disfrute de la nieve, Filomena nos ha demostrado que tenemos la capacidad para hacer el bien, pero también nos ha enseñado que podemos hacer justo lo contrario.

Los voluntarios de los 4×4 han sido un grupo de personas que, organizados mediante un grupo online, han ido ayudando en todo lo que han podido con sus vehículos. Nadie les ha pagado para que lo hicieran, pero han estado saliendo con sus coches a echar una mano a personas que, de otra manera, no habrían recibido ayuda. Y eso incluye desde personas con problemas de movilidad hasta quienes se habían quedado atascados en determinados lugares fruto del azar de lo ocurrido con Filomena.

Bien organizados de una forma independiente, los propietarios de estos poderosos vehículos a los que la nieve no ha dañado tan rápidamente como en otros casos, no han tenido problemas en seguir trabajando a diario hasta que han llegado al límite de lo soportable.

Porque mientras las personas a las que ayudaban les daban las gracias y agradecían su esfuerzo, había quienes atacaban sus coches, les hacían pintadas o les atacaban en medio de sus salidas por la nieve. Este grupo de voluntarios denuncia que quienes les han estado entorpeciendo a lo largo de su trabajo han sido taxistas y conductores de Uber.

Estos, amenazados por la presencia de otros vehículos en las calles, optaron por atacar a los voluntarios pensando que estos les estaban haciendo la competencia. Pero como dijeron repetidamente, los voluntarios de los 4×4 solo se desplazaban a lugares donde un coche normal no podría llegar.

Pensábamos que comenzaríamos 2021 aprendiendo algo de lo sufrido en 2020, pero está claro que no todo el mundo ha aprendido algo.