La lorza de Will Smith: la sociedad vuelve a la normalidad

En el momento en el que la mini-lorza de Will Smith puede llegar a ocupar el titular de periódicos o de revistas variadas, es el momento en el que sabemos que todo está volviendo a la normalidad. Echábamos de menos que lo que diera de que hablar fuera que al actor de turno (bueno, Will Smith no es un cualquiera, ojo) le hubiera salido un poco de tripita. Con el coronavirus, ¿A quién no le han crecido las lorzas?

A Will Smith, que se lo toma a broma, como un campeón, le tendríamos que enseñar lo que nosotros, al menos el que suscribe, tiene ahora en el espacio de la barriga. Barriga cervecera sin cerveza, o lo que es lo mismo, un terror nocturno que produce incluso fricción cuando estás durmiendo. Lo de Will Smith, en comparación, son dos semanas de gimnasio dándolo todo, comiendo verduritas o una o dos inyecciones de esas que hacen milagros para ponerse en forma.

Pero al menos, el actor muestra la tripa contento, simpaticón, como él sabe. Nos gusta ver lo mucho que se ha adaptado Will Smith al cambio de vida que ha tenido en los últimos años. Tiempo atrás dijo que no era necesario nadie más que él para satisfacer a todas las mujeres que se le pusieran a huevo. Hoy día, es un cornudo reconocido y orgulloso. Su relación abierta con su esposa es una de esas cosas que nos hacen ver que Smith es un tío muy majo.

Aún con barriga o sin ella, lo que está claro es que Smith le está sacando partido a su edad de madurito interesante y divertido. Porque las relaciones abiertas tienen ese tipo de cosas, que quizá te los pongas, pero tú también los pones. Y a Smith seguro que no le faltan las oportunidades. Bien por él.