El tráfico de vacunas se extiende por la dark web

Mientras el mundo sufre la presencia de la pandemia en nuestras vidas y aún nos encontramos lejos de salir de la misma, hay quienes están intentando hacer negocio de ello. En especial de las vacunas, que se han transformado en los últimos meses en el objeto más preciado, aquel por el cual hay personas que podrían ser capaces de hacer cualquier cosa. Por supuesto, las vacunas también se han transformado en el objeto de moda en la dark web, donde se revenden sin descanso.

Se podría creer que comprar una vacuna sería algo complicado, pero en realidad, es más sencillo de lo que parece. Al haber personas que siempre quieren ganar dinero, hay oportunidades de conseguir las vacunas a través de métodos poco legales. Empleados que pierden vacunas o que las esconden, profesionales de la medicina que inyectan jeringuillas llenas de agua o de nada para quedarse las vacunas y revenderlas… hay muchas formas en las que se están consiguiendo para su reventa.

Pero cuidado, porque no todas las vacunas que se venden en la dark web son auténticas. Hay muchas personas que están comercializando placebos con la intención de hacer caja rápida. Y el problema no es que se invierta un dinero en algo que no funciona, sino que habrá personas que se autoconvencerán de que la vacuna está funcionando y creerán que están protegidas, cuando se están exponiendo al virus igual que antes.

Los precios de estas vacunas de venta en la dark web son reducidos. Se pueden conseguir dosis a 8 euros en el caso de la vacuna rusa Sputnik o de 35 euros en el caso de Pfizer, una de las más cotizadas. Hay algunos vendedores que se dice que están vendiendo la primera dosis barata y que, después, cobran un elevado precio por la segunda. En cualquier caso, como podéis imaginar, lo mejor es no comprar ninguna vacuna por estas vías.

Con paciencia, la Seguridad Social vacunará a todo el país.