El precio de la luz lleva a la locura a los mayores

“No enciendo las luces en ningún momento”, “ahora me bebo el café frío” o “cocino de golpe en la hora valle y luego guardo en tuppers” son algunas de las frases que repiten los mayores. El agobio al que les somete las eléctricas los lleva a estar inquietos por no saber cuánto tendrán que pagar mes a mes. También les preocupan los cargos ocultos, las modificaciones de IVA y si, al final de mes, se sorprenderán con que su factura es demasiado elevarla como para poder afrontarla.

De todo eso, tiene la culpa el gobierno, que no está poniendo orden en este festival del humor que representa el pago del servicio eléctrico. Cada día es un nuevo drama. La televisión se pone las botas con las audiencias, porque solo tienen que crear un sentimiento de alarma para que todas las personas mayores estén delante de la pantalla escuchando y viendo las noticias.

Ese sentimiento de alarma se crea con facilidad porque la situación es crítica. Ves a los mayores hablando “¿Sabes a cuánto está el kilovatio hoy?” Y es fácil preguntarse, ¿Pero sabes cuántos kilovatios gastas? Porque yo no tengo ni idea. ¿Quién lo sabe? ¿Quién se ha preocupado del precio de la luz? El circo que se ha montado en pocas semanas ha llevado incluso a empujar al coronavirus a la segunda posición de la lista de cosas que generan el pánico en la sociedad.

Ahora, la COVID-19 “es tan de 2019”, que lo que tiene chicha es concentrarse en la electricidad. Y eso, de momento, va a seguir siendo así. El problema es que a las empresas de las eléctricas les da igual. Se lo están pasando bien y aumentando sus recaudaciones. Mientras tanto, los comerciales de las empresas del sector no paran de llamar a posibles clientes. Y siempre es el mismo discurso: “¿Cuánto pagas de luz? Uy, eso es muchísimo, escúchame porque, con nosotros, pagarás menos”.

La tontería de 2021, porque no sería normal que los españoles acabásemos el año sin alguna otra chorrada tocándonos las narices. Toca descansar ya.