El pequeño Nicolás condenado a prisión

El Pequeño Nicolás, ese personaje que refleja todo lo malo de la sociedad española (que tenemos cosas malas, por supuesto), al final va a prisión. Está imputado por una colección de delitos enorme, por lo que era obvio que, antes o después, terminaría entre barrotes. De momento ya le ha caído más de 1 año y habrá que ver si no suma y sigue.

El delito por el cual se le ha imputado ha sido el de falsedad en documento oficial. O, dicho de otra forma, falsificó un examen de Selectividad para que lo hiciera un amigo y que así no tuviera que estudiar. Para ello, convenció y suponemos que pagó a su amigo, le hizo un DNI con su foto y lo presentó con toda la normalidad del mundo.

En la facultad les pidió a sus compañeros que colaboraran y que nadie dijera nada sobre qué estaba pasando, porque era lógico que ellos sabían que ese no era el Pequeño Nicolás. Pero una de esas personas, uno de esos compañeros, al final habló. Hizo capturas de pantalla de toda la conversación en la que el imputado les pedía que mantuvieran el silencio y en la cual, al mismo tiempo, les contaba todo su plan e incluso se reía de que el sistema fuera tan débil.

Normalmente, las argucias, las que hacen los ciudadanos más inteligentes, se mantienen en silencio y totalmente bajo secreto. El Pequeño Nicolás posiblemente no sabía que eso, mantener lo que has hecho en secreto, es parte del secreto del éxito de una buena trampa. Pero su personalidad le llevó a hablar demasiado y ahí se perfiló su caída.

Además de los casi 2 años de cárcel, tiene que pagar una multa y aún se expone a los juicios por otros delitos. El amigo que hizo el examen por él también tendrá que ir a la cárcel.