Elon Musk comienza a despedir empleados de Twitter

La llegada de Elon Musk a las oficinas de Twitter ha sido épica. Solo ha faltado la música de las valquirias y un ejército de guerreros vikingos acompañándole hasta su trono. Y, por supuesto, una de las primeras cosas que ha hecho el nuevo propietario de Twitter ha sido comenzar a cortar cabezas.

Elon Musk ha comprado Twitter por dos motivos. El primero: porque le sobra el dinero. El segundo: porque para él es un campo de juego donde divertirse y hacer lo que quiera. Twitter, en el caso de Musk, es como si fuera el rey de uno de esos parques de bolas en los que juegan los niños pequeños.

Controlar Twitter posiblemente haya sido la fantasía de Elon Musk durante mucho tiempo. No parece el negocio más inteligente que ha hecho ni su mejor operación. Él dice que quería recuperar la libertad de expresión en la red social e insiste en que lo hace todo por América.

El discurso de Elon Musk, serio en ocasiones (pocas), se ve contrarrestado por los comentarios absurdos y locos que suele publicar. Su comportamiento está a caballo entre lo absurdo y lo surrealista. Y, como no podía ser de otra manera, no quiere tener a gente a su alrededor que le diga que se está saliendo de cuadro.

Por ello, una de sus decisiones iniciales ha sido comenzar a cortar cabezas entre los directivos. Elon Musk no necesita a quienes han estado al frente de Twitter en los últimos años. Tampoco necesita a los empleados normales y corrientes, así que todos los trabajadores de la red social del pájaro azul deberían estar listos para cambiar de trabajo, por si acaso.

Elon Musk va a lo suyo y cree que no necesita a nadie salvo a quienes él haya elegido. Si todo le sale bien, hará que Twitter sea más “libre” y que, además, resulte un negocio que le dé más dinero. Ya se verá cómo acaba todo.