El cura que se enfada porque sus fieles no aportan suficiente dinero

Emilio Montes no es un cura al uso. No es que sea como Andrés Pajares en ¡Ay Señor, Señor!, pero posiblemente se le acerca. Tan rápido alerta a los jóvenes sobre Tinder e Internet, diciéndoles que las guarradas que les ofrecen en la app no representan una relación de verdad, como se enfada con sus feligreses porque no han aportado suficiente dinero para las obras de la iglesia.

Esto último es lo que le ha convertido en la comidilla de su pueblo, Valdepeñas, en Ciudad Real, y también en una de las estrellas fugaces más recientes de Internet. Decía Andy Warhol que en el futuro cualquier persona podría tener sus 15 minutos de fama.

No nos cabe duda de lo acertado que estaba, especialmente en esta generación en la que nos encontramos en la que Internet puede servir de altavoz de cualquier cosa. El discurso del cura se publicó en la red y desde ahí fue circulando de forma imparable hacia medios de comunicación, redes sociales y cualquier otro rincón de España.

Lo que hace en el discurso es quejarse de la falta de donaciones y dar ejemplos, aunque anónimos, de feligreses que podrían haber hecho una aportación mayor o, al menos, cualquier tipo de aportación, cuando en realidad están viviendo a lo grande de otras maneras. No se corta un pelo y no tiene problemas en sacar trapos sucios para defender su argumento. Al menos, eso sí, lo trata todo desde el anonimato. Aunque en un lugar como Valdepeñas, posiblemente el anonimato sea difícil de alcanzar incluso así.

Sus feligreses se han dividido entre los que están molestos y los que le siguen apoyando incluso después de la regañina. El cura dice a los medios que no ha sido la primera vez que lo ha dicho ni que ha hecho algo parecido. La obra ha costado, aparentemente, 1.100.000 euros, y los fieles han aportado 80.000 euros.