Madrid se convierte en destino turístico de los europeos marchosos

No es algo de lo que estar orgullosos. Pero posiblemente Madrid está acumulando en las últimas semanas las mejores estadísticas sobre el turismo en Europa. En parte porque la capital ha relajado tanto las medidas de sus fronteras que miles de extranjeros están eligiendo la ciudad para dar rienda suelta a todas sus ganas de marcha y de disfrutar del tiempo libre. Los franceses, sobre todo, son los líderes de la invasión que está viendo la ciudad y que ha llevado a que los vecinos estén particularmente molestos.

Como para no estar molestos. Mientras a los propios ciudadanos españoles y residentes se les impide viajar, desplazarse y tener libertad, algo lógico teniendo en cuenta la situación, a los turistas se les da carta blanca para que disfruten.

El plan es el de siempre: potenciar el turismo para salvar España. Porque España hace mucho que se ha convertido en un país turístico prácticamente en su totalidad. Y si no hay turismo, no hay ingresos. Mientras otras naciones tienen una gran parte de industria y ponen en movimiento el país gracias al trabajo que hacen miles de fábricas, en España ponemos toda la carne en el asador con restaurantes, discotecas, cafeterías y churrerías.

Al fin y al cabo, las playas trabajan gratis, por lo que es un negocio redondo. Los extranjeros no vienen solo de fiesta y a disfrutar, sino que reconocen que están aquí haciendo teletrabajo. ¿Para qué van a teletrabajar en Francia sin salir de sus casas si pueden venir a España y tomarse unas cervezas cuando les apetezca sin mascarilla y luego volver a su apartamento para trabajar unas horitas después del refrigerio? Hay que entenderles: la oportunidad que se les está dando es jugosa.

Lo peor es que no parece que haya intención de hacer ningún cambio en cuanto a lo que está ocurriendo, por lo que nos tenemos que preparar a ver cada más franceses en nuestras calles. ¿Viva la France?