Ayuso es inocente en la polémica con las mascarillas

Si alguien pensaba que esto iba a terminar de otra manera es que no conoce muy bien cómo funcionan las cuestiones legales en España cuando involucran a políticos. Ayuso ha terminado recibiendo la tranquilidad máxima ahora que se ha determinado que no hubo ningún delito en las decisiones que se tomaron y en cómo se llevaron a cabo.

Todo se remonta al inicio de la pandemia, a ese momento caótico en el que España se encontró con que no tenía materiales para poder abastecer a sus ciudadanos y profesionales. El gobierno puso manos a la obra para llevar a cabo compras que ayudasen a que el país pudiera sobrevivir. Curiosamente, se generó un contrato millonario para la compra de materiales en el cual estuvo de por medio el hermano de Ayuso.

Pero se ha determinado por parte de las autoridades pertinentes, que lo ocurrido no representó ningún delito y que, además, todo se vio implicado dentro de las decisiones que se toman de urgencia. Eso ha llevado a que el nombre de Ayuso quede libre de la polémica y que esta discusión, que se estaba eternizando, se cierre de una vez por todas.

Por supuesto, al público no le ha gustado esta conclusión. Normalmente los políticos acaban utilizando sus puestos con la intención de ganar más dinero al margen de sus sueldos. La corrupción está a la orden del día, lo que posiblemente no vaya a cambiar por mucho que los partidos se alternen el puesto de liderazgo de los gobiernos principales.

La discusión sobre el incidente de las mascarillas termina y, posiblemente, lo ocurrido hará que no se vaya a producir ningún otro episodio similar, al menos de la mano de Ayuso. Pero eso no quita que quede feo que se aprovechase un momento tan delicado como para hacer uno de esos enchufes familiares tan habituales.