Ahora necesitas unas pinzas para hacer buenas croquetas

En estos tiempos ya no hay nada que me sorprenda. Absolutamente nada. Por eso, no me escandalizo tanto como debería al descubrir que se han puesto de moda unas pinzas que te permiten preparar croquetas perfectas. Lo promocionan como la última tendencia y, en todas partes, encasquetan enlaces de Amazon para que lo compres y regales comisiones. Nosotros ni lo promocionamos, ni queremos una comisión. En realidad, apostamos por la preparación de la croqueta por el sistema de toda la vida.

Estas pinzas, que más parecen unas tijeras con la cabeza recubierta por un plástico feo en forma de bola, nos recuerdan más a las clásicas con las que se preparan los helados en los italianos. Se dice que son maravillosas porque te permiten sacar la cantidad de masa exacta para que todas las croquetas sean iguales. Pero quien ha comido croquetas de su madre, sabe perfectamente que lo bonito está en que no hay dos idénticas y en poder elegir la más gordita o la más delgada dependiendo de cuáles sean tus preferencias.

Imaginar unas croquetas simétricas solo nos hace pensar en comida prefabricada o en envases de comida precocinada que nunca está tan buena como la preparada en casa. Estas pinzas dicen que no solo sirven para croquetas, sino que se pueden aplicar a otros tipos de comida, como albóndigas o bolas de arroz.

Lo único que me parece interesante de este engendro de la cocina es la posibilidad de congelar las croquetas de forma sencilla. Para ello se incluyen unos moldes que están preparados exactamente con las medidas de las croquetas, por lo que es fácil de congelar. Esa sí es una buena idea, sobre todo por la pereza que suele dar ponerse a preparar croquetas.

No obstante, no es suficiente como para que un producto como este me cambie la vida. Y, si me preguntan, yo prefiero seguir amasando las croquetas de manera tradicional.